"La meditación del agua" es una instalación sonora inmersiva para el Valle salado de Añana, Vitoria, donde el colectivo Menhir (Iván Cebrián y Coco Moya) realizaron una residencia de investigación.
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Las cuatro piezas que componen la obra evocan el proceso de cristalización de la sal. El valle Salado de Añana es una salina de montaña, que se lleva utilizando por el ser humano desde hace alrededor de 7000 años. Actualmente se está recuperando toda la arquitectura de las salinas y preservando las formas de extracción artesanales que se habían frenado, debido a su cierre ante el avance de las salineras industriales del siglo XIX.
La obra de Menhir está realizada con sintetizadores analógicos, voz e instrumentos acústicos, se acercan al proceso de evaporación del agua, y la cristalización de la sal como una metáfora de la transformación interna.
El agua - elemento femenino- se va evaporando por acción del sol -elemento masculino-, hasta que el mineral cristaliza. Así mismo, nuestro interior muta entre estos opuestos para descubrir una interdependencia con la naturaleza.
Con esta capacidad simbólica del mineral, las polaridades -muerte y vida, tierra y fuego, abstracto y concreto- se integran y resuelven. La sal como vínculo entre
la cultura y mitología popular, desde la experiencia de lo sagrado más apegado a las fuerzas esenciales de la naturaleza. La sal, como un elemento transformador, es decir, que nos da
una nueva forma.